Conocidos como bígaros, como caracol de mar, caracolillo y caramuxos, este molusco univalvo es una delicia, es como las pipas del mar, porque cuando empiezas a comer no se puede parar y no te enteras de la cantidad que llevas si no miras al plato.
Se adhieren a las rocas que quedan sumergidas, en los resquicios de las peñas, en grietas que le sirven para protegerse del oleaje y las corrientes. Viven arrastrándose o ligeramente pegados sobre las rocas o algas, las cuales son su alimento, digo las algas no las rocas eh! jeje.
Carancterísticas:
Su concha es dura, en forma de espiral, ovalada y puntiaguda en el ápice.
Su color es negro azulado o parduzco, con una banda espiral de tono más claro.
El cuerpo es cilíndrico, con una nariz saliente y con dos tentáculos donde están los ojos.
Son moluscos muy resistentes y pueden aguantar mucho tiempo fuera del agua.
Cuando se siente atacado se refugia en el interior de la concha.
Cocinado del bígaro:
Como está en las rocas, y come algas, presentan bastante suciedad, con lo cual hay que dedicar un tiempo a limpiarlos bien, para eso los ponemos primero 30 minutos a remojo con agua bien salada, una vez pasados esos 30 minutos quitamos ese agua y vamos lavándolos en agua en un bol, removiendo y cambiando el agua cada poco, hasta que esta este transparente
Luego ponemos agua a hervir con 70g de sal gorda por cada litro de agua.
Cuando rompa a hervir echamos los bígaros, parará de hervir, con lo cual los dejamos cocinando hasta que hiervan una vez que se ponga a hervir, cocinamos 5 minutos más.
Samos el bígaro y lo escurrimos bien, los metemos unos minutos en agua y hielo para romper la cocción, retiramos, escurrimos y listo.
Para comer nada mejor que un alfiler, le quitamos la tapita negra, pinchamos la carne y suavemente lo sacamos, una vez que empieces no vas a parar.
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