Ingredientes:
Una centolla de un kilo viva
1 huevo
Sidra asturiana
Sal gorda
Elaboración:
Ponemos en una cazuela grande, abundante agua con sal (unos 50 g de sal gorda por litro). Cogemos la centolla Lo pillamos por el caparazón desde la parte de abajo y a la cazuela.
Comenzamos con el agua fría, sí, ponemos a calentar y así el animal no va a sufrir tanto, se morirá de calor. También logramos que no se desprendan sus patas y que entre agua en el caparazón. En cuanto el agua hierve solo tiene que cocer 12 minutos y ya tendremos el marisco listo. Si estuviera frío lo podemos meter con el agua en frío.
Todo el tiempo que permanezca de más va solo en detrimento de su sabor y textura. Recordad que los tiempos de cocción dependen de los tamaños, no es lo mismo cocer una centolla de 2 kilos como en este caso que una de 1 kilo (con 8-10 minutos más que suficiente).
Cocemos un huevo en agua en otro cazo aparte.
Una vez cocida y templada (de esta forma la carne estará un poco más compacta y prieta), quitamos el caparazón de la «panza», el que distingue a los machos de las hembras. Arrancamos lo que es el intestino y lo tiramos.
Arrancamos las patas y las partimos con un martillo, con unos golpes secos y medidos para no aplastarlas.
Con la mano o con el cuchillo hacemos palanca en el borde del caparazón y separamos este del resto de la centolla, una vez abierto, veréis todo el coral, carne y líquidos del marisco.
Retiramos del cuerpo que las branquias. Y toda la parte de carne blanca que esté pegada al cuerpo la retiramos con cuidado con un cuchara dejándola en el caparazón.
Separamos la lengüeta que está a la altura de los ojos con los dedos. Cortamos en cuatro trozos el cuerpo, que es donde más carne hay. Lo mejor es emplear un cuchillo grande y pesado, partimos las celdillas.
Pelamos y picamos el huevo y lo echamos con la carne en el caparazón, lo picamos todo finito, pero que se note el trozo, echamos un poco de sidra y listo (esto está buenísimo).
Comments