En los platos tradicionales de cuchara podemos encontrar un montón de recetas a lo largo y ancho de nuestro, país, incluso el mismo plato cambia de una casa a otra, siendo siempre un mismo ingrediente, el cariño de los que lo hacen, platos de abuelas y madres que nos recuerdan momentos. Y no es de extrañar que formaran parte de nuestras casas en generaciones, porque suelen ser platos bastante completos y con ingredientes sencillos y económicos. Además, bien cocinados están riquísimos y que nos calientan en esos días fríos.
Las patatas con costillas es una receta de siempre, económica ya que se hace con pocos y sencillos ingredientes y con un resultado delicioso. Las patatas y la carne quedan tiernas y el caldo que las acompaña tiene mucho sabor gracias al sofrito que se prepara a base de ajos y cebolla. El aporte del pimentón o la carne del pimiento choricero y las hierbas aromáticas son el toque definitivo para acertar con la receta. Hoy os lo traigo de dos maneras, una a fuego lento en cazuela de siempre y con mucho más sabor, gracias a ese cocinado prolongado y otra rápida y fácil para cuando el tiempo se nos eche encima.
Si buscáis más platos para días de invierno de cuchareo como estas verdinas con langostinos y gambas en olla lenta una rica ropa vieja, o quizás una fabada asturiana de las ricas ricas, y para acabar de sorprender con un guiso en casa no hay nada como unas ricas patatas a la importancia...
Ingredientes:
1/2 kg de costillas de cerdo cortadas en cachos de unos 5cm
2 dientes de ajo.
1 cebolla.
1 kg de patatas
1 cucharadita de postre de carne de pimiento choricero
1 cucharadita de postre de pimentón dulce en polvo
1 cucharadita de postre de tomate concentrado
Una hoja de laurel
Agua
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
Elaboración:
Pelamos la cebolla y los ajos y picamos todo muy finito, yo para eso uso mi robot de cocina Mambo, pero si no tienes robot, puedes usar picador o también un cuchillo.
Ponemos una olla a presión a temperatura media con un poco de aceite, echamos las costillas salpimentadas y las doramos un poco por cada lado, cuando estén doradas las sacamos y reservamos en un plato.
Pelamos todas las patatas y las cortamos chascando con la ayuda de un cuchillo. La forma más sencilla de hacerlo es empezar a cortar un gajo con el cuchillo y hacer presión para terminar de desgarrar la parte final del gajo, de esta manera se favorece el aporte de almidón de la patata al guiso, dándole espesor.
Cuando hayamos sacado todas las costillas bajamos el fuego a una temperatura baja, añadimos los ajos a la olla y salteamos durante apenas 1 minuto.
Antes de que empiecen a dorarse incorporamos la cebolla y un poco de sal y salteamos todo junto alrededor de 10 minutos o hasta que la cebolla empiece a dorarse.
Añadimos el tomate concentrado con el pimentón, la carne de pimiento choricero, removemos y cocinamos2 minutos más.
Incorporamos las patatas y removemos bien y añadimos la hoja de laurel
Echamos agua hasta casi cubrir las patatas, colocamos encima las costillas y sazonamos.
Si las hacemos en olla rápida hay que cocinar a fuego medio-bajo, cerrada y cuando aparezcan las 2 anillas rojas bajamos un poco el fuego (pero suficiente para que mantenga todo el tiempo las dos anillas visibles) y dejamos que se cocinen tan solo 10 minutos, después simplemente apartamos la olla del fuego y esperamos a que baje la presión y no se vea ninguna anilla para abrirla.
Si usamos una olla normal necesitaremos cocinarlos unos 30 minutos o hasta que comprobemos que está la carne tierna y las patatas bien cocidas. Subimos el fuego para que hierva el agua, y cuando eso ocurra lo bajamos casi al mínimo para que se cocine lentamente, siempre tapada la olla y removiendo de vez en cuando.
Si te gusta con más líquido siempre puedes añadir un poco de más agua y cocer 5 minutos más a fuego bajito, y si te gusta más espeso puedes chafar unos trozos de patata o triturarlos con la batidora junto con un poco del líquido de cocción y volver a añadirlo a la olla.
Como toda buena receta de cuchara, servimos el guiso bien caliente pero tras un reposo de 5 minutos después de haberlo apartado del fuego. También podemos prepararlo de un día para otro porque se potencian aún más los sabores y simplemente tendremos que calentarlo de nuevo justo antes de servirlo.
Servimos en los platos con un poco de todo y a disfrutar
Comments